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Nueva Zelanda, naturalmente

Cuando hace cerca de un año decidí preparar el viaje a Australia tuve en todo momento un deseo que cumplir: Visitar New Zealand. Atraído por su naturaleza en estado puro, sus montañas y sus ríos tenía claro que no podía volver sin visitar ese país. Quería también antes de continuar agradecer a Teresa, creadora de Caprichos de Papel que en base a su experiencia visitando NZ hace un tiempo me nutrió de buenos consejos y documentación sobre este viaje.

Un país de 4 millones de habitantes tan grande como Italia y con una población de 10 ovejas por habitante invitaba a tener mucho por recorrer sin encontrarnos grandes masas ni un exceso de urbes en la extensión de territorio. A medida que iba reuniendo información sobre NZ le daba forma a la idea de este viaje. Tras documentarme y hablar con gente que había estado allí concluí que la mejor opción y sabiendo el tiempo disponible para realizar el viaje, era centrarnos única y exclusivamente en la isla sur. Más grande y más naturaleza. En resumen, más para ver. Barajando las distintas opciones de desplazamiento por la isla, la opción de autocaravana ganaba puntos. La flexibilidad de viajar en una mini-casa con ruedas y poder acondicionar la velocidad del viaje a nuestro gusto sin estar atados a ninguna reserva de hotel y los buenos precios de alquiler en esa época del año fueron determinantes.
La planificación
La ruta la organicé con los consejos recibidos de Teresa y su documentación, la búsqueda de imágenes de NZ en 500px, google images, google maps y alguna que otra web más de apoyo. Después de hacer varios borradores de ruta con google maps para calcular los kilómetros totales, por tramos y los tiempos de trayecto, ya teníamos el plan. Viajando a NZ desde Melbourne, los billetes obviamente eran mucho más asequibles que desde el viejo continente, más aún volando con una compañía low cost, Jetstar en este caso. El vuelo era de Melbourne a Christchurch y estaríamos un total de 9 días. Aunque no era la única con buenas ofertas de autocaravanas  siendo temporada baja, nos decidimos por contratar una furgoneta «Cheapa Hitop»  en ApolloCamper, la misma compañía que contraté en mi viaje por la costa este australiana. De repetir y en la misma época quizá hubiera alquilado una autocaravana un poco más grande con baño/ducha incorporado. Cuando el clima es frío como lo fue entonces, tenerlo todo a mano sin tener que salir al exterior es un punto que se agradece. Para ahorrar costes y también ganar un ápice de libertad, estábamos en un camping una de cada dos noches para recargar el tanque de agua, baterías y tener unos baños acondicionados.
Con previsión de algunas caminatas y estricta penalización por sobrepeso en la compañía aérea decidí ir con un equipo básico fotográfico. Así que dejé en casa el magnífico trolley LowePro Pro-Roller x100 que me solía acompañar en Melbourne por una más llevable y ligera bolsa de cintura LowePro Inverse 200AW. En esta bolsa alcanzaba para acomodar la Canon 5DMark II, un 24-70 2.8L, el 70-200 2.8L y algunos accesorios tales como el disparador por cable Canon TC-80N3 y el filtro B+W de 10 pasos para foto de larga exposición. Sacrifiqué muy buenas ópticas por movilidad y no me arrepentí de la decisión. En ese caso almenos, menos es más. Como buena práctica para el fotógrafo de paisaje, el trípode no podía faltar y era casi elemento inseparable de la cámara cada vez que disparaba una foto, con más sentido aún si cabe su uso siendo muy importante para la realización de fotografías panorámicas.
Viajar en New Zealand
 
No quiero entrar en muchas explicaciones sobre cómo es lo que vi allí, prefiero que hablen las fotografías y recomendar rotundamente que visitéis ese lejano pero espectacular país. La ruta planificada tenía cierto punto de estrés, mucho por ver en sólo 9 días. No podíamos esperar días en la misma área para esa preciada luz mágica. Sin embargo, incluso en días nublados, aunque quizá tenía que descartar algunas localizaciones por la luz poco adecuada, se podían realizar fotografías increíbles. Creo que no soy atrevido si digo que jamás había disfrutado tanto con la cámara realizando paisajes con tal impresionante y abrumadora naturaleza allí donde miraras. Mi único gran lamento al subir a ese Airbus A320 de regreso a Melbourne fue no tener la oportunidad de alargar más días la estancia y descubrir más profundamente esas tierras de ensueño. Me quedo entonces con la idea y deseo de regresar algún día.
He creado para la ocasión y dado lo especial de este viaje, una GALERÍA con menú exclusivo en la barra superior para acceder directamente a las fotografías de NZ.
Hasta pronto, New Zealand!

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